Lo ideal es LUBRICAR siempre con aceite, porque su consistencia líquida permite una penetración mejor entre las superficies donde se produce el rozamiento y por lo tanto el desgaste y consumo de energía.
Se debe seleccionar siempre el aceite de la Viscosidad y características adecuadas, es decir, según el tipo y cantidad de aditivos que contiene. Debe ser el mejor aceite que se ajuste al tipo de equipo, temperatura de operación, condiciones ambientales, velocidad, etc.
Hay que elegir siempre el aceite de la menor viscosidad posible que se ajuste a las necesidades y características del equipo. De ese modo, se ahorra energía al facilitar el movimiento de las piezas lubricadas.
la situación general es que NO siempre es posible lubricar con aceite porque hay piezas donde éste se escurre, como sucede en las chumaceras. Para esos casos se utilizan las grasas, que también se deben seleccionar adecuadamente y de preferencia recibir asesoría de su proveedor especialista en lubricación.
Cuando usar grasas es necesario, éstas tienen muchas ventajas sobre los aceites.
Técnicamente, una grasa se puede comparar a una esponja empapada en aceite.
Cualquier grasa lubricante contiene de 70% al 95% de aceite básico. Del 30% al 5% restante es jabón o espesante y aditivos que imparten características especiales, según su aplicación.
El espesante tiene la función de de evitar que el aceite se escurra. Pero siempre el aceite básico es el que realiza la función de lubricar.
Una grasa de calidad no debe "sangrar", es decir, el aceite no debe escurrir del espesante. Ambos se deben mantener como una sola unidad.
Una grasa de mala calidad "sangra" aún en la cubeta o tambor incluso desde el momento en que la cubeta o tambor se abre. Es fácil notarlo pues cuando esto ocurre, se ve una capa de aceite sobre el espesante dentro del mismo envase en el que viene.
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